domingo, 24 de abril de 2011

El perro intergálatico.

EL PERRO INTERGALÁCTICO

Erase una vez, un perro llamado Orión que vivía entre la Vía Láctea y otra galaxia llamada La Gran Nube de Magallanes. El perro era aventurero y soñaba con viajar por todo el espacio.  Tenía el pelo gris, los ojos negros y era un astronauta estupendo.
Sus jefes llamados Oto y Lumio le mandaron para una misión muy especial a la Tierra.
La misión era parecer un perro normal, pero eso no era lo importante, lo importante es que tenía que  coger el mapa de una cueva secreta donde había una piedra mágica, protegida por  su primer enemigo (los gatos).
Emprendió el viaje a la Tierra, con una nave supertecnológica y cuando llegó
admiró ese paisaje, aunque no le gustaban muchas cosas de ese planeta.
Cuando aterrizó, un niño rubio de ojos azules, le cogió en sus brazos diciendole:
- Nunca más vas a estar solo.
El niño le llevó a su casa y le preguntó a sus padres:
- ¿Nos podemos quedar con el perro un tiempo? ¡Por favor!.
Orión se encariñó con el niño, entonces el perro ladró como llorando para que dijera que sí, y así fue.
Orión ese día por la noche salió, sin que se enterase el niño, que se llamaba Juan y descubrió donde hacían  las reuniones los gatos. Inmediatamente Orión llamó a sus jefes, Oto y Lumio que le dijeron que de momento está haciendo un buen trabajo, pero a él no le bastaba, apuntó las conversaciones y se enteró de donde estaba el mapa y que iban a salir a las 12:00 de la mañana.
Entonces Orión pensó:
- ¿Porqué no salgo antes que ellos?, pero es que si no Juan ¿Qué? ¿Lo dejo plantado?, y no le puedo hablar porque mis jefes me dijeron que me pareciera a un perro normal.
Lo pensó durante un rato y......finalmente decidió hablarle a Juan de porqué estaba aquí.
Cuando eran las 6:00 AM el perro fue  a ver si el mapa estaba allí, pero tuvo que cavar cinco veces para conseguirlo.
Cuando vió el mapa tuvo un problema, que era en inglés, como Juan sabía mucho de inglés le pidió que fuera con él para que le ayudara y Juan le contestó:
- ¿Será peligroso?
Y respondió:
No, solo será una aventura inolvidable.
Juan y Orión pasaron un día para encontrar la cueva, gracias al olfato de Orión ya que la cueva era invisible. En el interior de ella se encontraba una piedra llamada Lagia, que daba un deseo por animal. Cuándo encontraron la piedra se les avisó a sus jefes, entonces dijeron:
- Pues podéis pedir el deseo.
Ellos piden:
Orión: - Quiero quedarme en la Tierra con mi amigo Juan.
Juan: - Quiero que tanto los gatos como los perros se lleven bien.
Los jefes no pudieron negarse ya que la misión se había cumplido porque consiguiron la piedra  que era lo que realmente querían.
Nunca sabremos donde encontrar una verdadera amistad.
Fin

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